Parto contando que me inspira a escribir un miércoles por la madrugada dos herpes que brotaron superficialmente en mis labios con 2 razones de ser, según la biología e intuición propia de cada individuo:
1.- Virus que poseo hace rato que florece con la ayuda de una exposición constante a los rayos del sol
2.- Vulnerabilidad emotiva como inmunológica, propio de angustias varias.
Sin duda que relataré el segundo tópico, porque es más fácil e interesante ahondar en él.
Actualmente atravieso el cierre de un año complejo a nivel macro como micro. Vine a iniciar una vida a Santiago desapegándome de las comodidades sureñas, la fraternidad con los amigos de allá y el amor físico familiar como de pareja por autorealización personal, búsqueda de oportunidades, en resumen, SER alguien sin privaciones y con un abanico de posibilidades, todo lo que es la capital. El camino ha sido duro, con fracasos académicos incluidos, pero muy enriquecedor intelectual como espiritualmente. He aprendido a convivir en soledad, abrazarme de cosas abstractas y ser riguroso en mi vida. Saco como conclusión que no debo sobrevivir, sino VIVIR, a pesar de que todo cierre de ciclo implica bajas defensas... una guardia baja.
Decidí RE-espaciar mis pensamientos, REgándolos por todo el cyberespacio. No olvidar que borrón y cuenta nueva es permitido, pero retroceder y rendirse es condenado hasta el olvido. Bienvenidos a mi área de igualdad conmigo mismo, donde las letras configuran mi sentir.
martes, 14 de diciembre de 2010
martes, 23 de noviembre de 2010
Esperar o quedarse callado
Morir estando vivo es sinónimo de evadir lo que pasa día a día en la sociedad, esa que vives cuando ves una persona caminado cabeza agacha por tu lado, yo he pensado en mantenerme distante, lástima que no tengo aun la expertiz suficiente para ello, así que seguiré pasando por alto todos esos individuos introspectivos pasando por mi lado. Es lapidario hablar de muerte, pero no es menor mencionar que estamos trabajando a partir de términos muertos como PRODUCTIVIDAD, CAPACIDAD, entre otros. Es doloroso saber que los que dan vida a aquellos términos son los mismos estudiantes que funcionan con metas, pruebas contra reloj, etc. Dar una patada no arregla nada, sino que agrava la incapacidad de reformar aquello, de liderar transformaciones.
martes, 9 de noviembre de 2010
Obligaciones amorosas vs obligaciones cotidianas, ¿La imposición más que la elección?
Me condené a vivir una relación amorosa difícil, así lo elegí, por el mero hecho de estar completamente enamorado, por esa cuestión insólita que se llama amor, ese capaz de derribar gigantes con una fuerza que mueve montañas. La distancia con la otra mitad de mis pausas en la vida, la mitad que detiene el tiempo y el espacio, es detonadora de cruentas desilusiones y desesperanzas, pero me niego a pensar que ella es una bomba de tiempo, porque en el amor nadie pone una cuenta regresiva, nada degenera lo implícito, lo abstracto de este motor de libido y pasión. Ahora, piso tierra, y caigo en la cuenta que la maquinaria de la cotidianidad está el acecho día a día, segundo a segundo, sin que uno lo note y/o pueda evitarlo. Está lo amoroso que he descrito anteriormente y lo cotidiano que no me detendré a describir. Respondería que la obligación amorosa siempre estará atropellada a la obligación cotidiana, porque esta última no para, no da tregua, no tiene reflexión ni tampoco sopesa lo bueno o malo. Lástima que así gran parte de las mentes prácticas lo piensan, sin duda que yo me ubico en las antípodas de ese pensamiento, sin duda que yo vuelco todo lo anterior, explicando que el amor se vive, el amor implica viajes, mentales como físicos, total la proximidad, sea cercana o lejana, es nula si la disposición a amar está. Ahora, cuando el compromiso con la otra mitad de vivir un viaje físico se suscribe, debería importar todo lo cotidiano, lo duro y pesado que te rodea, NADA. Porque amar significa renunciar, significa ausentarse del mundo y someterse al mundo del amor…
lunes, 11 de octubre de 2010
Café cargado
Pausa... retención de impulsos... inspirar y exhalar... una suma de silencios. Aquellas frases, son familiares? las llevan a cabo seguido? son parte de su rutina, o siúticamente hablando, vida diaria? quien suscribe estas palabras cae en la cuenta de que son momentos esquivos. Escribo para ser leído, sin lugar a dudas, lástima que ello no conlleva a ser comprendido... voy hacerles creer que esta nueva entrada es un producto de una pausa, creen que es así? para no caer en retórica, les digo que NO, no es una pausa, tan sólo es el resultado de tomar un café cargado que me mantiene adherido a un cuaderno, preso de un papel, encadenado a un lápiz y reprimido por teorías administrativas.
Por fin estoy tocando el fin del producto momentáneo del café cargado, que no es una pausa, reitero, para que mi cabeza autómata y efectista, que busca un 70 en la evaluación que se avecina, vuelva a encerrarse al ostracismo del estudio metódico, ese que conduce al éxito, como suelen enseñar los académicos.
Por fin estoy tocando el fin del producto momentáneo del café cargado, que no es una pausa, reitero, para que mi cabeza autómata y efectista, que busca un 70 en la evaluación que se avecina, vuelva a encerrarse al ostracismo del estudio metódico, ese que conduce al éxito, como suelen enseñar los académicos.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Qué, para quién(es) y para qué se está aquí
Complicado suena hablar en profundidad consigo mismo; complicado se siente adentrarse en las vísceras, cuyos espacios grasos resuellan rugidos de rabia, ira e inmisericordia; complicado es caminar por viejos senderos, a pesar de que está asumido que el pasado es el único lugar donde las cosas fueron mejor; complicado es reunirte con tus 5 sentidos, porque todos ellos buscan su destino. Entonces, cómo hay algunos que se atreven a declarar el qué, para quién y para qué están aquí, en esta naturaleza rebelde y feliz. Sin duda son unos engreídos todos ellos, carecen de tino y gozan de mesianismo, es una lástima que por culpa de esos la naturaleza, de ser un show para los ojos del ser humano, como lo señaló en su oportunidad un tal Aristóteles, pasó a ser una naturaleza sin identidad, una naturaleza, que con el dolor de mi alma voy a decirlo, está sumida en el peor de los dilemas, ése que dice "¿Quién soy?¿Un simple producto de un humano que no se autocuestiona o una ráfaga de verdes hierbas sin filtros ni escrúpulos? Y así como la naturaleza está sufriendo ello, el humano con su prepotencia e irreflexibilidad tiene el descaro de responder qué, para qué y para quién existe aquí, en esto que no está claro qué es, ya que la naturaleza busca la respuesta, deambulando por el calor, el frío o su tropical manera de ser.
lunes, 4 de octubre de 2010
Re-Tocando mi Retorno
RE-COMPONECERSE, RE-APARECER, RE-INICIAR...
Sólo con ello doy a entender que simplificada puede resultar la vida. Confío que desligarse de uno de estos conceptos significa una avance en el juego del dar y recibir diario. Me dieron la oportunidad de recomponerme, pude reaparecer y terminé reiniciándome al ver que nadie quería recibir mi manera de pensar y ver lo que no todos quieren ver. Sin pasar de largo, no sólo estoy reafirmando mi rutina, sino que es un ejercicio de sinceridad hacer saber que uno, como a-lumno, es decir, SIN LUCES, le toca. Si por un momento de pausa en su vida vieran qué pasó hace unas horas atrás, verían que se recompusieron después de dormir un par de horas, reaparecieron en sus aulas universitarias y reiniciaron lo hecho en el momento que ya les dieron vuelta el pensamiento con el que aparecieron, en resumen, el pasado es la puerta para creer que puedes modificar tu presente pero te ves en la necesidad de proyectarte al futuro... al final, te recompusiste de una aparición que terminó por reiniciarte.
Sólo con ello doy a entender que simplificada puede resultar la vida. Confío que desligarse de uno de estos conceptos significa una avance en el juego del dar y recibir diario. Me dieron la oportunidad de recomponerme, pude reaparecer y terminé reiniciándome al ver que nadie quería recibir mi manera de pensar y ver lo que no todos quieren ver. Sin pasar de largo, no sólo estoy reafirmando mi rutina, sino que es un ejercicio de sinceridad hacer saber que uno, como a-lumno, es decir, SIN LUCES, le toca. Si por un momento de pausa en su vida vieran qué pasó hace unas horas atrás, verían que se recompusieron después de dormir un par de horas, reaparecieron en sus aulas universitarias y reiniciaron lo hecho en el momento que ya les dieron vuelta el pensamiento con el que aparecieron, en resumen, el pasado es la puerta para creer que puedes modificar tu presente pero te ves en la necesidad de proyectarte al futuro... al final, te recompusiste de una aparición que terminó por reiniciarte.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)